Tots els articles dels nostres col·laboradors fora del monogràfic de la revista
Amor, Javier (2020). Escena con Volcanes. Siete piezas de ficción histórica sobre Nicaragua. Más información sobre el autor en el dossier 2020.
Bellaubi, Francesc. (2021). El gran museo. Una reflexión desde los imaginarios fotográficos sobre las nuevas condiciones biogeoquímicas globales.
Casañas Guri, Joan (1990-1993). Papers sobre Déu. Col·lecció d'articles d'edició pròpia al voltant del tema "Déu", "pensant en tots aquells i aquelles a qui interessen de veritat les coses últimes", diu l'autor.
Doyle, Thomas P (2014). Where we have been and where we're going (2014). Conferència sobre els abusos sexuals en l'església catòlica pronunciada a Chicago (Illinois) l'agost del 2014. Thomas P. Doyle és un dominic doctor en dret canònic i era abogat de l'embaixada del vaticà a Washington quan va començar l'escandol dels abusos sexuals.
Ellacuría, Ignacio. Filosofía ¿para qué?
Espinoza, Ricardo. ¿Teoría crítica, Psicoanálisis y capitalismo?
Heiddeger, Martin. El cami del camp
Molina, Carlos (2014). Pensamiento crítico y cristianismo de liberación. Ellacuria, Romero, Dalton. Aquest article s'ha publicat a Ruth. Cuadernos de Pensamiento Crítico: La filosofía en su tiempo histórico, La Habana-Panamá, Editorial de Ciencias Sociales-Ruth Casa Editorial, 2012, pp. 181-205, i a Tamayo, Juan José y Alvarenga, Luis, Ignacio Ellacuría. Utopía y teoría crítica, Valencia, Tirant Humanidades, 2014, pp. 45-72.
Ordi, Joan (2018). Lectura filosòfica de Job. Ensenyaments sobre la condició humana.
Romero, Claudia, (2014). Culturas que generan pobreza
Sols Lucia, José (2014). Las razones de Ellacuría. En el 25 aniversario del martirio de la UCA (1989-2014). Publicat a Cuadernos cristianismo y justicia (191). Cristianisme i Justícia, Barcelona, novembre, 2014, pp. 1-33.
Timoneda, Montse i Llanes, Jaume. (2020). Els confins d'Aran.
Notes, recensions, comentaris
Bosch, Antoni (2017), Zygmunt Bauman, una mirada sòlida al nostre món. De l'anàlisi social a la crida ètica
Cabana, Ramon (2014). Descalç sobre la terra vermella. Comentari de la mini-sèrie de TV3 sobre Pere Casaldàliga.
Centelles, Josep (2014), Entender Cataluña. Por qué tantos catalanes quieren un estado propio. Barcelona: Octaedro.
Grenier, Dominique (2014). Le catholicisme français en mal d'unité, publicat a La Croix, 11-09-2014.
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Casañas Guri, Joan (1990-1993). Papers sobre Déu. Col·lecció d'articles d'edició pròpia al voltant del tema "Déu", "pensant en tots aquells i aquelles a qui interessen de veritat les coses últimes", diu l'autor.
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Molina, Carlos (2014). Pensamiento crítico y cristianismo de liberación. Ellacuria, Romero, Dalton. Aquest article s'ha publicat a Ruth. Cuadernos de Pensamiento Crítico: La filosofía en su tiempo histórico, La Habana-Panamá, Editorial de Ciencias Sociales-Ruth Casa Editorial, 2012, pp. 181-205, i a Tamayo, Juan José y Alvarenga, Luis, Ignacio Ellacuría. Utopía y teoría crítica, Valencia, Tirant Humanidades, 2014, pp. 45-72.
Ordi, Joan (2018). Lectura filosòfica de Job. Ensenyaments sobre la condició humana.
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Sols Lucia, José (2014). Las razones de Ellacuría. En el 25 aniversario del martirio de la UCA (1989-2014). Publicat a Cuadernos cristianismo y justicia (191). Cristianisme i Justícia, Barcelona, novembre, 2014, pp. 1-33.
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Notes, recensions, comentaris
Bosch, Antoni (2017), Zygmunt Bauman, una mirada sòlida al nostre món. De l'anàlisi social a la crida ètica
Cabana, Ramon (2014). Descalç sobre la terra vermella. Comentari de la mini-sèrie de TV3 sobre Pere Casaldàliga.
Centelles, Josep (2014), Entender Cataluña. Por qué tantos catalanes quieren un estado propio. Barcelona: Octaedro.
Grenier, Dominique (2014). Le catholicisme français en mal d'unité, publicat a La Croix, 11-09-2014.
¿Teoría Crítica, Psicoanálisis y Capitalismo?[1]
Critical Theory, Psychoanalism and Capitalism?
Ricardo Espinoza Lolas[2]
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
orcid id: 0000-0002-4215-1419
“Estoy seguro de que el Espíritu del mundo ha dado a la época la orden de mando de avanzar; esta orden de mando está cumpliéndose; este ente avanza como una falange acorazada y en apretadas filas, de un modo incontenible y con tan imperceptible movimiento como un Sol, atravesando lo grueso y lo delgado; innumerables tropas ligeras cubren los flancos a favor y en contra de ello, la mayoría de ellas no saben ni remotamente de qué se trata; sólo sienten que les caen los golpes sobre la cabeza, como si lloviera del cielo. El partido más seguro es, indudablemente, el de no perder de vista a este gigante que avanza”[3]. Carta de Hegel…
Resumen
Este texto muestra cómo hoy en la actualidad para develar al Capitalismo en su operar planetario es necesario más que nunca trabajar con dos grandes herramientas conceptuales, una de ella es el Psicoanálisis y la otra es la Teoría Crítica. El Psicoanálisis nos permite entender cómo el Capitalismo nos ideologiza y darnos cuenta de que hasta lo más propio de nuestro inconsciente es capturado por lo político. Y la Teoría Crítica nos permite estudiar las lógicas mismas que la historia materia del Capitalismo ha ido construyendo. Este artículo reflexiona sobre los últimos 50 años de advenimiento del Capitalismo y cómo esto ha impactado nuestras vidas.
Palabras clave
Teoría Crítica, Psicoanálisis, Capitalismo, Hegel, Lacan
Abstract
This text shows how today to unveil Capitalism in its planetary operation it is necessary more than ever to work with two great conceptual tools, one of which is Psychoanalysis and the other is Critical Theory. Psychoanalysis allows us to understand how Capitalism ideologizes us and realize that even the most characteristic of our unconscious is captured by the political. And the Critical Theory allows us to study the same logic that the material history of Capitalism has been building. This article reflects on the last 50 years of the advent of Capitalism and how this has impacted our lives.
Key words
Critical Theory, Pshycoanalism, Capitalism, Hegel, Lacan
1
El gigante que avanza y todo lo penetra desde lo pequeño a lo grande en estos tiempos, nuestro “Espíritu del mundo”, es el Capitalismo. ¿Cómo poder develar y denunciar al Capitalismo y hacerlo visible para todos? ¿Cómo conjurar a este gigante para que podamos darnos cuenta de todos los efectos nihilistas que causa en el planeta? ¿Cómo podemos ver a este gigante que se nos filtra en lo más propio de cada uno de nosotros? ¿Cómo darle cuerpo al Capitalismo que en el fondo somos nosotros mismos? Estas preguntas y otras pueden tener alguna respuesta en la medida que la Teoría Crítica y el Psicoanálisis se articulan como un marco conceptual que nos permite trabajar en nuestra propia subjetivación ideológica, pues nosotros mismos somos los capitalistas. Y los Trump, Bolsonaro, Johnson, etc. son expresiones de nuestro ser capitalista; los votamos y por millones.
Tanto la Teoría Crítica como el Psicoanálisis son radicalmente herramientas conceptuales para, por una parte, develar las lógicas que componen la estructura en la que somos y nos movemos; y, por otra parte, nos permiten transformar esa misma estructura analizada. Entonces en tanto que herramientas nos dan la posibilidad de vernos en lo que somos y hemos sido (y a lo mejor en lo que seremos); y, en tanto que agenciadores nos permiten abrir el campo de la transformación, de la emancipación no solamente de nosotros, sino de lo político mismo.
2
¿Capitalismo?
Lo que llamamos de forma simpliciter Capitalismo ha mutado a lo largo de la historia. A lo mejor la historia misma de los últimos siglos es la Historia del Capitalismo; es cosa de leer por ejemplo a Eric Hobsbawm y su Historia del Siglo XX[4] para darse cuenta de ello. Este Capitalismo que muta y ha mutado tanto en estos casi últimos 50 años, desde Mayo del 68 en adelante a veces nos asusta porque no sabemos en qué terminará: ¿destruyendo al Planeta entero por medio del Cambio Climático que se acelera, por ejemplo, con la quema, en la era Bolsonaro, de miles de hectáreas de bosques en El Amazonas? Sin embargo, lo más interesante para nosotros (für uns), y esto es un rasgo típico de la Teoría Crítica tan heredera de Hegel, porque somos nosotros como un tejido silencioso del espíritu, como lo dice el filósofo al final de su Fenomenología del espíritu: “Aber dieses stumme Fortweben des Geistes im einfachen Innern seiner Substanz, der sich sein Thun verbirgt, ist nur Eine Seite der Realisirung der reinen Einsicht”[5]. Nosotros somos los que vamos encarnando, literalmente en nuestro cuerpo, al Capitalismo mismo en todas las regiones; en todos los territorios (empíricos, virtuales, inconscientes). El Capitalismo como señala rotundamente Benjamin se vuelve religión: “En el capitalismo cabe ver una religión, ya que éste sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, tormentos e inquietudes a los que antaño intentaban dar respuesta todas las religiones”[6]. Y si la religión cristiana era la que expresaba que el absoluto está en todas partes, el absoluto descentrado, descabezado, porque acontece en todas las conciencias (las que sean), ahora es el Capitalismo el que realiza esa absolutización de estar en todas partes, por ser de suyo lo “descentrado” por excelencia. El Capitalismo es rizomático, no se enojen mis amigos deleuzianos, porque la tecnología en una era digital, por ejemplo, vía Smartphone y Redes sociales lo permite en estos tiempos. En todo momento estamos siendo capitalizados y, a la vez, estamos capitalizando la realidad. No hay un centro, ni raíz capitalista unívoca. No existe un líder “en sí” capitalista (no hay un solo Trump), ni una ciudad capitalista por excelencia (no hay una sola NY), o un país solamente capitalista (no hay un solo USA), o una empresa capitalista totalitaria (no hay un solo Microsoft), etc., sino que hay múltiples redes nodales capitalistas en múltiples tipos de territorios; y lo que se da radicalmente, en estas redes nodales que atraviesan los territorios, es nuestro inconsciente realmente construido de modo capitalista. Y ese inconsciente capitalista opera como la red nodal política por antonomasia que abre realiza el Capitalismo en todas partes.
Esta Idea de cómo opera el Capitalismo hoy vive y pervive fuertemente en el presente y nunca nos abandona, pues está ya originada en nuestro inconsciente, el cual sabemos por Freud y Lacan que es siempre político: “Si Freud ha escrito en alguna parte que la anatomía es el destino, habrá quizás un momento en que se volverá a una sana percepción de lo que Freud ha descubierto, se dirá, no digo la política es el inconsciente, simplemente: el inconsciente es la política”[7]. Esa vieja y profunda Idea del Cristianismo: “El centro está en todas partes”[8] que incluso mienta lo propio del pensamiento del “eterno retorno” de Nietzsche en su Zaratustra (y con ello de múltiples filosofías de tipo productivas y creativas, como la de Deleuze); y que luego es asumida y engullida radicalmente por el Capitalismo y su ansias voraces de totalidad se vuelve imperial. Por eso China, y no USA, acontece hoy como el imperio capitalista por excelencia; los chinos encarnan esa Idea totalitaria y nihilista. Ellos son su cuerpo, su enjambre. Ellos hoy son la totalidad que está en todas partes afirmando la producción y distribución de capital; millones de capitalistas comunistas no demócratas, consumistas y que sufren como locos para cumplir con sus metas de productividad; su expresión capitalista deviene en todas partes. Ellos buscan ser la Mediación de esta actual “regla capitalista planetaria”[9]; todo el negocio debe pasar por su actual “Ruta de la Seda”; ruta simbólica que está actualmente deviniendo una Matrix global. Los humanos devenimos zombis, esto es, en “chinos”; agentes reproductores del Capitalismo. El Planeta está dejando la hegemonía de USA y deviene China (desde la metáfora de Charlot en Tiempos Modernos, 1935, a la era actual de los zombis).
3
¡Goza!
El Capitalismo ha cambiado en estos últimos 50 años de nuestra historia y hoy, en estos tiempos, está en su etapa más tóxica, demencial y expansiva, porque hoy está en juego el mismo Planeta Tierra (esto no había pasado nunca antes); el Planeta como el ecosistema que nos permite ser lo que somos hasta nuestros días está realmente en peligro. Es lo que llamo en mis textos como Capitalismo hacendal militarizado chapuza[10]. Si seguimos a Žižek y en ello primariamente a Lacan y su Seminario 17: El reverso del psicoanálisis (1969-1970)[11], lo que vemos a final de los años 60 y comienzos de los 70 del siglo XX en Europa y que se cristaliza en el Acontecimiento de Mayo del 68; es un proceso revolucionario fallido (casi siempre fallan), por eso cuidado con las revoluciones, ya Žižek lo hace notar con preocupación constantemente y en múltiples partes: “A menudo cito a Walter Benjamin cuando decía que ‘cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fallida’. Esto quizá sea más pertinente hoy de lo que ha sido nunca”[12]. Y es fallido porque radicalmente genera una nueva mutación del Capitalismo; muta, se podría decir, al Neoliberalismo. Aunque en Mayo del 68 se generan varios logros para los franceses, europeos, etc., en derechos laborales, estudiantiles después de esas 10 semanas de protestas en Paris: mejor calidad en los estudios, conectividad de la universidad con la ciudad (Nanterre estaba en las afueras del Paris del 68), calefacción, alimentación, horas de trabajo para los obreros, calidad en los salarios, respeto a los derechos laborales, etc. Pero independiente de esas mejoras para todos, lo que sucedió es que la propia subjetividad capitalista mutó (esto a veces pasa desapercibido incluso hoy en múltiples teóricos cuando analizan las crisis sociales, como la tremenda crisis actual de Chile). Y he aquí el grave problema no visto y pensado ni por los “jóvenes revolucionarios”, ni por los “viejos teóricos de izquierda”.
Y aconteció, dicho en lacaniano, el Mandato del ¡Goza! Se liberaron en Francia, y luego por Europa, América, Asia, las fuerzas de diversión, de entretención, de espectáculo, de simplemente “pasarla bien”, de liberar el cuerpo de las ataduras del Capitalismo explotador y reconstructor de Europa post Segunda Guerra Mundial (como una precuela de la “austeridad” actual que se busca imponer no solamente a Grecia, España, Portugal sino a todos los países). Y los líderes revolucionarios, a lo Daniel Cohn-Bendit, se sintieron “felices” (excesivamente) de ser revolucionarios en el mercado-mundo de las nuevas revoluciones (era como ser el Che sin fusil, ni barba, ni sangre, ni muertes, ni enfermedades, ni dolor, ni escaramuzas, sin Bahía Cochinos, etc.); y fueron, por lo tanto, formalmente capitalizados y vendidos en el mercado (así como precuelas del degaste de Podemos con la figura tozuda y juvenil de Pablo Iglesias; el nuevo Cohn-Bendit pasado por Anguita). Así nació el estatuto casi “ontológico” de que divertirse es un valor en y por sí mismo (el valor por excelencia, y no solamente de los jóvenes). Y en ello toda dimensión de la realidad se la llevó ese mismo divertirse abismal y nihilista, hasta la revolución. ¡No quedó nada de ella! Así fue, por ejemplo, lo que pasó con la Movida Madrileña de mediados de los 80; entre rock, sexo libre y heroína no quedó nada de alguna emancipación posible; literalmente se le asfixió y se murieron muchos.
Y, de este modo, todos nos subjetivamos en el gozar; y se goza, cueste lo que cueste, bajo el mandato de la necesidad que el Capitalismo nos dicta; y nuestra frágil libertad es rápidamente atrapada y absorbida por la necesidad de dicho mandato: ¡Goza! Y todos quieren gozar así como como lo muestra el film La Grande Bellezza de Paolo Sorrentino (2013)[13] en esa increíble Fiesta que se muestra al inicio frente al decadente Coliseo: bailar y bailar en medio del show más radical y visceral del Capitalismo (y con ese Remix de un clásico de Raffaella Carrà y su mítico Far L’Amore)[14]. Ante el mandato del Goza no hay posibilidad de emancipación alguna (menos de revolución), pues todo queda, realmente, capturado por el gozar; de allí la dificultad que es salir de este laberinto del Capitalismo que estructura nuestro deseo como goce; una dificultad que se vuelve realmente casi un imposible. Por eso, repito, la famosa Movida Madrileña de los 80 no fue para nada un acontecer revolucionario de los madrileños y españoles (esto es imposible); sino una actualización y muy tardía de Mayo del 68, en donde el Capitalismo transformado hizo su entrada radicalmente en la sociedad provinciana, conservadora y castrada española después de Franco. Y de allí la droga dura (en especial la heroína), el rock y la muerte se volvió el horizonte en donde vivir: Nihilismo (un cierto rasgo madrileño que perdura hasta nuestros tiempos, y, además, un rasgo social casi occidental muy presente hoy; en Chile ni qué decir tiene). Esto se ve bien en el último film de Pedro Almodóvar titulado Dolor y gloria (2019). Y el deterioro de toda una generación, no solo madrileña, sino española fue total; y así se apropiaron de lo político los dos partidos del Pacto del 78: PSOE y PP. Se desactivó todo movimiento emancipatorio con esa Movida; toda potencia revolucionaria fue disuelta. Y ya nadie está dispuesto a sufrir por una revolución (los mismos votantes de Podemos en la zona popular madrileña de Carabanchel ahora algunos se pasan a votar por Vox porque es más “erótico” y ganador), en ninguna parte se da algo así como una Izquierda realmente anti-capitalista porque sería algo muy aburrido, poco divertido, totalmente des-erotizado, sin reconocimiento, sin escaparate[15], sin espectáculo, etc. Ningún revolucionario quiere vivir así (ni Pablo Iglesias), ni países llamados de izquierda como Venezuela, que tienen bien poco de izquierda (solamente en un discurso sesentero; Maduro es realmente un chiste y nunca dejará todos sus privilegios para gozar, así es como un Berlusconi de segunda); esto fue, también, pero de modo inverso uno de los graves errores que llevaron a la reciente salida de Macri en Argentina y ahora acorrala a Piñera en Chile; me refiero al carácter castrador y abusivo, se pasan de rosca para el otro lado, y con tantas políticas neoliberales radicales todo el mundo deja de votarlos y de seguirlos. Esto es imposible, el mandato del Goza constituye subjetividades, sociedades, países. El mandato del Goza constituye hasta la ideología de izquierda (y también otras como las mal llamadas “fundamentalistas” de Oriente, nunca se ha tratado de una Guerra de Civilizaciones, ni de religiones; por ejemplo, ISIS busca Gozar en el mercado capitalista mundial y por eso hace lo que hace mediáticamente y así buscar adherentes por la Europa nihilista, sin sentido: Londres, Paris, Berlín, Roma, Barcelona, etc.)[16]. ISIS atrae a miles de jóvenes desencantados, resentidos y frustrados que no gozan en una Europa capitalista que se vuelve solamente para unos y no para todos.
Al parecer tiene razón Lacan, no hay discurso posible revolucionario, ni el de la histeria (que podría ser actualizado como el discurso de los movimientos femeninos de reivindicación), ni el universitario (que podría ser entendido como el discurso del saber y de los jóvenes y académicos), ambos están capturados por el discurso del Amo y por ende es manifestación de la dominación que no nos libera sino todo lo contrario nos esclaviza en tremendas cadenas necesarias capitalistas; y, por tanto, son nuevas y tóxicas formas de esclavitud, pero con la llegada del Capitalismo mutado se nos volvieron en una “confortable” esclavitud, en un querer estar cómodamente siendo esclavos, porque tenemos resuelto nuestro deseo como gozar (ya no es necesario esclavizarnos de modo brutal y violento; al contrario, la nueva esclavitud produce más capital sin la necesidad de Campos de Concentración, ni Minas de Carbón, ni General Motor, etc.). El ya clásico de La sociedad del espectáculo de G. Debord (1967)[17] se queda corto con todo lo acontecido post Mayo del 68, es como ese viejo film de Átame de Pedro Almodovar (1989), en donde feliz Victoria Abril buscaba ser atada por el freak de Antonio Banderas, y todo porque gozaba con él (y lo hacía casi en el masoquismo más extremo).
¡Somos felices siendo esclavos!, pues tenemos sexo, droga, alcohol, viajes, conectividad, descanso, ocio, arte, pop, rock, The Beatles, Londres, París, Tokio, New York, Río de Janeiro, porno, cómic, cine, tenis, fútbol, radio, tv, el inicio de lo digital, acceso a crédito, libertad para movernos por Europa y el mundo, coches, cosas y cosas, y cosas, mercancías y útiles y todo puede ser desechable, tenemos la píldora, la minifalda, las patillas, los peinados, el vestuario, El libro de Mao, a Godard, a Hamilton, a Warhol, etc. Tenemos todas las posibilidades para gozar felizmente en la esclavitud del “seductor y atractivo” Capitalismo neoliberal. Y en ello somos realmente anestesiados más que nunca y desconectados de nuestra potencia revolucionaria (tal como lo piensa ya Benjamin en sus textos de la Historia). Benjamin dice rotundamente: “Nada ha podido corromper tanto a los obreros alemanes como la opinión según la cual iban a nadar con la corriente [Tesis XI] (…) La teoría de la socialdemocracia, y aún su praxis, fue determinada por un concepto de progreso que no se atenía a la realidad, sino que tenía aspiración dogmática… La idea de un progreso del género humano a lo largo del curso de la historia no puede separarnos de la idea de su prosecusión todo a lo largo de un tiempo vacío y homogéneo [Tesis XIII]”[18]. Y con esta anestesia funcionamos como en The Matrix conectados a la red (este film no es una utopía, sino una metáfora expresiva de la realidad de hoy); y cada uno vive su gozar o busca su gozar o sufre su gozar, pero no deja de producir y distribuir “Goce”, esto es, “Capital”.
El Capitalismo con esta transformación cualitativa se volvió planetario (y colonizó radicalmente, como he dicho, nuestro inconsciente); se acabaron los buenos y los malos, porque todos ahora son “malos” (pero todos, al mismo tiempo, se creen “buenos”, porque tienen “derecho a gozar”). Todos quieren gozar en algún clúster capitalista, hasta los chinos se vuelven locos con Marvel; por eso llegó la era de Regan-Pinochet-Thatcher-Deng Xiaoping. Con Xiaoping China despierta total y lamentablemente al Capitalismo y con eso el Capitalismo se volvió planetario; millones de chinos comunistas capitalistas que quieren gozar, que no “paran” de gozar mientras capitalizan en el mercado. David Harvey es muy certero en lo que ve: “En 1978 Deng Xiaoping emprendió los primeros pasos decisivos hacia la liberalización de una economía comunista en un país que integra la quinta parte de la población mundial. En el plazo de dos décadas, el camino trazado por Deng iba a transformar China, un área cerrada y atrasada del mundo, en un centro de dinamismo capitalista abierto con una tasa de crecimiento sostenido sin precedentes en la historia de la humanidad”[19]. Este tsunami chino capitalista es lo único que puede detener, en parte, al viejo y gastado imperio de USA, pero es una detención en la propia hegemonía por el capital, no por ser algo distinto anti-capitalista (eso es lo que está detrás de la guerra actual de los aranceles y del 5G), sino todo lo contrario: es la radicalización capitalista extrema que quiere devorar todo el Planeta. Hoy estamos deviniendo en el mundo chino del goce capitalista, por esto los chinos son los defensores en Davos del comercio totalmente abierto.
4
¡Emprende!
En ese contexto surge otra mutación histórica del Capitalismo y de su mandato ¡Goza!; estamos en tiempos de los 70, de los 80, de Foucault y sus dispositivos en Vigilar y castigar (1976); en épocas tremendamente voraces de los Negocios (con mayúscula); y, por lo mismo, de que todo negocio llama a otro negocio y así al infinito: es la acumulación por excelencia. Y en esta acumulación se da algo radicalmente nuevo. Un negocio es como una categoría filosófica que expresa la realidad sin más así como, por ejemplo, la categoría griega aristotélica del “lugar”, porque todo negocio es “más” que negocio; es la posibilidad de abrir nuevos negocios. El negocio “negocia” todo. El negocio “negocifica” la realidad; todo lo vuelve negocio. Si la realidad, por ejemplo, tiene que tener “lugar”, también tiene que ser “negocificable” o no es nada. Y así nace el delirante mandato del ¡Emprende!; mandato tan importante para entender no solamente a Chile (y lo que ha pasado en estás últimas décadas de Gobierno de la Concertación y de la Derecha liberal; y de la actual crisis sistémica del modelo), sino todo el Capitalismo americano chapucero que se extiende por todos los territorios y en donde Trump solamente es la punta de iceberg, el nuevo emperador decadente Calígula que sintetiza a otros gobernantes-emperadores que le han precedido (Obama, los Bush, etc.). Es un cambio del ¡Goza!; ahora se ¡Goza! en el ¡Emprende!; pues ahí se es realmente Yo mismo en el mundo-mercado capitalista. En el ¡Emprende! todo se vuelve negocio, incluso más que en el film extraordinario El Padrino de Francis Ford Coppola (1972)[20]. Una verdadera “metafísica del mal”, como lo llamaba Tarkovsky, en donde los Corleone lo hacen todo por el negocio, nunca es nada personal, sino que el negocio manda; más allá del amor, de la familia, de los amigos, etc., nunca, pero nunca se traiciona la “lógica del negocio” (esta es la gran enseñanza de Vito Corleone a su “ingenuo” hijo Michael). Ante el negocio lo más salvaje y estúpido está siempre justificado (incluso asesinar a un hermano). Es una sociedad que se levanta literalmente desde la perversión, en donde ya no hay límite alguno; el único límite es el propio negocio. Y en ello nuestra subjetividad vive más allá de lo bueno y de lo malo, vive desde el vacío mismo que le permite el poder de su negocio más propio.
“Todos” somos lobos entre lobos; el negocio nos constituye como lobos feroces y voraces (los ejemplos, son múltiples, en Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros doy muchos ejemplos de esto desde lo más simples y aparentemente inocuos a los más horrorosos y destructivos); pero cuando “escribo” “Todos” en este texto, a veces pienso verdaderamente, con espanto, en radicalmente “Todos”: uno mismo, nuestras parejas, nuestros padres e hijos, los amigos, los familiares, los vecinos, los ciudadanos, los políticos, los parlamentarios, los religiosos, los ateos, etc. Todo es un tremendo devenir negocio, no solamente el ámbito de los negocios, sino que es la radicalización de gozar en el negocio mismo, en el negocio del emprendimiento infinito; y así el lobo piensa que por fin lo tendrá todo para estar saciado y en algún momento dejará el ansia de querer más, pero nunca se acaba el “hambre del lobo”; siempre es un: “¡Sí, quiero más!”. Se goza en el emprendimiento y, como he dicho, en un emprendimiento que siempre es acumulativo, que siempre quiere más, simplemente “más”. El goce se transformó esencialmente en un neurótico y repetitivo emprender negocio. En todas las instituciones acontece el negocio del emprender: la familia, la educación, la clínica, el Estado, etc. Todo deviene en un inexorable mandato: ¡Emprende! Todo es un devenir empresa, un dispositivo empresa. Es la ideologización capitalista del empresario como algo universal, necesario y a priori; el ser empresario está en todas partes: desde que gobiernan países (como Trump, que está muy arrinconado, Macri, que ya se hundió, Piñera, que se hunde, etc.) hasta gobiernan familias concretas, pasando porque gobiernan todo tipo de trabajos, de praxis. El ser empresario se adueña del mundo, todo es parte de su apetito insaciable, lo quieren todo para sí; nada se le resiste a su deseo de totalidad.
Y el Planeta deviene en una Hacienda capitalista empresarial; la realidad deviene empresa. Si pensamos en dos de los personajes más famosos de los cómic: Bruce Wayne y Toni Stark, ellos manifiestan a los empresarios “buenos”, que luchan contra los malos “empresarios”. Nuestros héroes inconscientes son esos empresarios que nos salvan de la destrucción anti sistémica de empresarios coludidos con anarcas (recordemos a Batman como lucha contra los empresarios malvados en The Dark Knight Rises, 2012, de Christopher Nolan). El devenir empresa asume el mandato ¡Goza! dentro de sí (por lo tanto ya no es mero ¡Goza!), porque en ese emprender el yo se “yoifica”; y luego es un yo que trabaja infinitamente para acumular lo que sea (no para de hacerlo), en el fondo acumular la misma y ruin acumulación: el yo por el yo mismo (la locura delirante total que se normaliza como algo obvio), esto es, lo que señalo en otros escritos con el nombre del personaje de Marvel: Hulk, pues opera como una potencia verde, del dólar, que no para de querer más y más violencia y no hay cómo desactivarlo. No solamente se trabajan 8 horas al día (esto es totalmente falso), ni 15, ni “24”, ni “48” horas (aunque parezca absurdo o ridículo); ahora se trabaja siempre, incluso en horas futuras, se trabaja formalmente en el propio futuro; en generaciones futuras. Literalmente se le quita tiempo al futuro, se trae el futuro a este presente para poder trabajar y rentabilizarlo, capitalizarlo. El futuro gracias al emprender se realiza como futuro mismo en el presente; se actualiza en este diario vivir; como nos falta tiempo lo buscamos y lo traemos del futuro. Así de voraz es el emprender. Es la locura nihilista de la destrucción material de la vida en su cotidianidad socio-histórica; en su tejido. Nada interesa de la vida en su cotidianidad; todo se destruye en vistas al negocio futuro. El hombre del emprendimiento siempre está emprendiendo; luego no vive esta vida, es un radical nihilista. El vacío nihilista alimenta al capitalista emprendedor; toda su vida está capturada por este vacío, y allí radica que esté dispuesto a firmar un contrato con un nuevo Mefistófeles para poder vivir seguro en ese trabajo de emprendimiento infinito (el sueño que se realiza de Steve Bannon y lo proclama por todas partes, esto es, el nuevo trabajador populista capitalista). Este hombre emprendedor vende su alma al Capitalismo, el cual tiene muchos rostros y, por tanto, es casi imposible de combatir. Este nuevo hombre, o como diría Nietzsche, este “último hombre” incluso puede querer eternizar su vida nihilista del emprender, o sea, se sacrifica al emprender: ¡es lo demencial! Y esté dispuesto a dar su vida, hasta votar por el que causa daño; vota por lo peor para que todo siga aconteciendo como más emprendimiento. Lo más probable es que vote feliz y de la vida por lo nefasto por excelencia, por un Bolsonaro, por un Trump, por un Orban para que le dé los recursos “posibles” económicos para ser exitosos en el mundo-mercado. Y así viva realizando su emprendimiento seguro en medio del Capitalismo. Este “último hombre” es ahora el “nuevo” capitalista, un obrero capitalista, un chino capitalista, un comunista capitalista, un populista capitalista, etc.
5
¡Teme!
Y desde esa transformación del Mandato del ¡Goza! como Mandato del ¡Emprende! todavía hoy se da un nuevo y radical cambio (entendamos estos cambios desde Hegel, no se trata que cada uno de estos Mandatos se elimine o se cancele por el nuevo que viene, sino que cada uno de estos Mandatos es subsumido por el que viene, luego el anterior queda asumido “dentro” del nuevo, es la Aufhebung hegeliana). Este Mandato también se modifica sustancialmente; se muta en los 2000 en el Capitalismo al hacendal militarizado chapuza que he tratado latamente en otros Libros[21]. Y el mandato ideologizado que nos subjetiva es ahora más simple y chapucero, pero a la vez más radical: ¡Teme! Es un Mandato que acontece desde nuestro pasado más primitivo, mientras que el ¡Goza! acontece en el presente y el ¡Emprende! en el futuro. Solamente hoy en el Capitalismo de la hacienda del territorio cerrado que nos sirve para cubrirnos y defendernos (contra un cierto enemigo, contra cualquier Otro; Trump y los nuevos líderes fascistas viven de esto y, por ejemplo, abusan del tema de la migración para poder tener embobado a su votante radical; el tema de Venezuela y ese caos populista que los puede acechar si votamos por un candidato de izquierda) con todos nuestros valores identitarios chapuceros podemos generar nuestra emprendimiento seguro y gozar con ello (el ¡Goza!, se funda en el ¡Emprende! y este ahora en el ¡Teme!). Nuestro presente que había sido subsumido por el futuro ahora se realiza desde nuestro pasado más primitivo. El Capitalismo ha devenido en mutación fascista que vota a los: Trump, Bolsonario, Duque, etc.
Entonces en este Capitalismo del ¡Teme! y que ahora acontece a nivel planetario en donde la era de la oscuridad acecha y la humanidad vota por la “sin razón” (que tiene “su” razón que lo explica; sus lógicas que lo expresan)[22], vota por la farsa, por la chapucería como salida posible al estado de la cuestión capitalista: el que no tiene dinero vota por millonarios: Piñera, Macri, Trump, Mitsotakis; el afroamericano vota por el que odia a los afroamericanos como Bolsonaro, millones de mujeres votan por el que no respeta a las mujeres como Trump, el comunista vota por Marine Le Pen, el ciudadano de mundo, el romano, vota por el provinciano Salvini, el votante de Podemos de Madrid vota hoy por Vox, el que odia el Capitalismo de USA lo único que quiere es que Venezuela se parezca a USA, etc. La vía estúpida, totalmente estúpida y chapuza, y el horror para vivir “seguro” y “ahí”, en ese lugar privilegiado, emprender sus negocios y así gozar y ser feliz. Es necesario “Historizar”, y me invento el verbo para mostrar una actividad vital para nuestras vidas, hoy más que nunca se necesita y requiere la historia para dar luz y así iluminar la oscuridad fascista militarizada y chapuza de la hacienda capitalista que se da en todos los territorios: el más peligroso de ellos y, a la vez, el más expuesto es, como señalé, el territorio inconsciente. Estamos siendo colonizados por medio de nuestro inconsciente. En él habita y reina lo político.
Al “historizar” no podemos dejar de “historizar”; pues estamos siempre historizando. Es inevitable, pero siempre historizamos, hasta los dogmáticos lo hacen en su diario vivir (hasta las sectas que no creen en la evolución están historizando siempre). Aunque nos hagan creer que estamos atrapados y esclavizados al puro presente (en el fin de los tiempos del Capitalismo a lo Fukuyama ahora a lo Kojève en el pasado), en ese presentismo letal y enfermizo del Capitalismo del goce o en ese trascendental y perverso futuro del Capitalismo del emprendimiento, por el que vivimos toda la vida negando esta vida; nihilistas somos, por vivir mejor en la otra vida asegurada en el “colchón del dinero”, en el valor de cambio acumulado (sea como sea y cueste lo que cueste). Estamos ante el fenómeno de la vida nihilista del Mandato ¡Emprende! que todo lo inunda.
Sin embargo, en la actual versión histórica de nuestro vivir, en la historia de ese pasado cercano, lo que antes fue una tragedia hoy deviene farsa (chapuza) querida por la mayoría; lo horroroso del pasado como eso identitario, rancio y tóxico, con el clásico sentir de que “todo pasado fue mejor” (se anhela un Chile “ordenado y claro” por Pinochet, se anhela esa España de Franco, la UK de Thatcher, el USA de Reagan, siempre a Mao se le extraña en China, a Fidel en Cuba, Chávez en Venezuela, etc.), eso monstruoso, repito, de la potencia originaria y se nos dice que todo lo que vino después es ahora corrupción de lo inicial (es como la historia del olvido del ser Heidegger); y por eso es necesario liberar las fuerzas del origen que proclaman todos los fascismos actuales: desde los brutales como el nazismo a los banales malignos como los de: Bannon, Peterson o Horowitz de la actualidad; o de todos los que niegan lo ha acontecido porque así les acomoda[23]. Y con la arremetida de ese populismo de derechas y de los obreros capitalistas todo se ha vuelto más siniestro y más preocupante para millones de humanos. Esa repetición a lo que nos causa daño se repite una y otra vez; la revolución fallida deviene fascismo, en estos tiempos como farsa. No es solamente lo que piensa Lacan, esto es, que una revolución vuelve al punto de origen, sino que vuelve a algo bizarro, grotesco y ridículo. O lo que es más gracioso ya Freud se daba cuenta de que se repite un origen falso o mentiroso o confuso en ciertos fenómenos, por ejemplo, de histeria; se miente hasta en nuestro propio inconsciente. Volver al pasado, una vuelta al pasado originario, tampoco es garantía de nada claro; en realidad nunca lo es, porque volver al origen es imposible ni los Avangers pueden lograr semejante misión. Ese pasado se le recrea, se le inventa, se le modifica, se le manipula a cada rato. Trump lo hace siempre y es un líder mundial, pero también lo hace Piñera, Maduro, Sánchez, Putin, etc. en sus respectivos países; se inventa una historia desde cierto “en sí” que conviene para construir el relato originario, nacionalista, etc. Se puede hablar cualquier estupidez del pasado, lo más tonto y ridículo, y de ahí se puede producir de forma espantosa nuestro presente en cada uno de nuestros inconscientes. Esto lo realizan con verdadero oficio “maquiavélico” nuestros políticos, y también en distintas disciplinas y saberes, pero lo más preocupante es que se realiza en el diario vivir del ciudadano de a pie. Se inventan cada cosa del pasado y luego todos lo creemos, por eso esto es digno de diván psicoanalítico, pues nos creemos nuestras propias mentiras y no solamente mentidas grandes, sin hasta las más inocentes e inofensivas y chapuzas.
Estas tres formas no históricas de la historia capitalista: la del ¡Goza! anclada en “presentismo”, la del ¡Emprende! constituida desde el “futurismo” y la del ¡Teme! sumergida en el “pasadismo”, son formas capitalistas temporales de ser en el plano mundo-mercado. Y ante esta historia no “histórica”, es menester hoy más que nunca, una historia material para todos. Es necesario con urgencia, para liberarnos de tanta estupidez y, en especial, del Capitalismo hacendal militarizado chapuza, una historia viva en su materialidad y caos; una historia que se realiza en los múltiples tejidos sociales; en los Otros; en el NosOtros.
Conclusión
Hoy no podemos mostrar cómo opera y se manifiesta el Capitalismo en todos nosotros, sin estas dos grandes herramientas conceptuales que son la Teoría Crítica y el Psicoanálisis. Cada una de ellas, ya con una larga historia de desarrollo. El Psicoanálisis desde Freud a Alemán nos ha permitido ver cómo por más de un siglo el hombre se ha subjetivado y en ello cómo el inconsciente se las tiene que haber consigo mismo y en ello intentar superar tanto dolor que nos paraliza día a día; y la Teoría Crítica, incluso anterior al mismo Adorno y Horkheimer, desde el mismo Marx, desde Hegel, nos ha hecho mirar la historia como el elemento material en donde nos subjetivamos. Una historia que siempre está abierta y, por lo mismo, no nos deja nunca de sorprender. En esa historia y en ese inconsciente, en esas “lógicas del mundo y del Estado”, el Capitalismo llegó para quedarse un largo período.
Pero igual podemos develarlo, anunciarlo, denunciarlo por todo el daño que hace, ha hecho y seguirá haciendo. Y, además, como momentos histórico que nos ideologiza, hasta nuestro inconsciente, también podemos esperar que mute, pero no a una nueva figura, sino que mute a una disolución, la que poco a poco nos muestre otro modo de organizarnos políticamente.
[1] Este artículo es parte del Proyecto Fondecyt N.º 1170454: “Realidad y arte en Zubiri” respaldado por Conicyt, Chile (duración entre 2017 a 31 de marzo de 2020).
[2] Ricardo Espinoza Lolas (Playa Ancha, Valparaíso, 15 de Octubre de 1967) es un académico, escritor, teórico crítico y filósofo chileno. Su obra articula el pensamiento de G.W.F. Hegel con la Teoría Crítica actual imbricada con la fenomenología de X. Zubiri y el pensamiento estético creativo de F. Nietzsche. Y con esta matriz su pensamiento pretende dar respuestas a la cultura de estos tiempos y, a la vez, busca mostrar nuevas lógicas creativas que permitan abrir una alternativa al capitalismo imperante global. Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y Catedrático de Historia de la Filosofía Contemporánea de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Es miembro, entre otras instituciones, del Center for Philosophy and Critical Thought de Goldsmiths. University of London. Es Director del Centro de Estudios Hegelianos de Valparaíso. Además, es Socio del Instituto de Sistemas Complejos de Valparaíso. Es Socio y del Directorio del Foro de Valparaíso. Y es parte de directorio de la Corporación Municipal de Valparaíso. Ha ganado cuatro prestigiosos Proyectos FONDECYT como Investigador Responsable en torno al pensamiento de Xavier Zubiri (proyectos con duración de 3 años cada uno): El problema del tiempo en Zubiri (Proyecto Nº: 1060475), Realidad y cuerpo en Zubiri (Proyecto Nº: 1110507). Realidad y técnica en Zubiri (Proyecto N°: 1140973) y Realidad y arte en Zubiri (Proyecto Nº: 1170454). Y ha sido Patrocinador de otros dos proyectos FONDECYT (de Postdoctorado). Investigador Patrocinante FONDECYT Nº 3085042: “El problema del tiempo biológico desde el horizonte de la filosofía de Zubiri” del Dr. Esteban Vargas. Investigador Patrocinante del Proyecto FONDECYT N° 3120131: “Geofilosofía de la ciudad latinoamericana” del Dr. Patricio Landaeta. Ha dirigido 28 Tesis Doctorales (5 en co-tutela internacional). Ha escrito más de 120 artículos (38 ISI) en torno a Zizek, Deleuze, Zubiri, Heidegger, Nietzsche, Hegel, etc. en revistas indexadas. Ha dado más de 210 conferencias en distintas Universidades nacionales como internacionales. Ha sido invitado a dar cursos e investigar a distintos Centros de Investigación nacionales e internacionales. Entre los libros que ha escrito o coeditado (14) destacan: Realidad y tiempo en Zubiri (2006), Zubiri ante Heidegger (2008), Hegel. La transformación de los espacios sociales (2012), Flashback, miradas y gestos (2012), Realidad y ser en Zubiri (2014), El cuerpo y sus expresiones (2014). Hegel y las nuevas lógicas del Estado, con Prólogo de Slavoj Zizek y Epílogo de Alberto Toscano (2016; Seg. Ed. 2017), Lacan en las lógicas de la emancipación (2018), Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, con Prólogo de Antonio Negri y Epílogo de Eugenio García (2018), Zizek reloaded. Políticas de lo radical (2018; Seg. Ed. 2019), Aporías de la Democracia (2019), NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, con Prólogo de José Luis Villacañas y Epílogo de Santiago Castro-Gómez (2019) y Hegel Today! (2019). E-mail: [email protected]
[3] La carta de Hegel aparece en: Bloch, E., Sujeto-objeto. El pensamiento de Hegel, FCE, México, 1949, p. 480.
[4] Véase, Hobsbawn, E., Historia del Siglo XX (1914-1991), Crítica, Barcelona, 2012.
[5] Hegel, G.W.F., Phänomenologie des Geistes. En: Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Hauptwerke in sechs Bänden, Bd. 2. Phänomenologie des Geistes, nach dem Text des Bandes 9 der historisch-kritischen Edition “Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Gesammelte Werke”, Meiner, Hamburg, 2015, p. 296. “Pero este silencioso y continuado tejer del espíritu en el interior simple de su sustancia, que se oculta a sí mismo su obrar, es solamente un lado de la realización de la pura intelección”. Hegel, G.W.F., Fenomenología del espíritu, FCE, México, 1970, pp. 321-322.
[6] Benjamin, W., "Capitalismo como religión", en Walter Benjamin. Obras. Libro VI. Fragmentos de contenido misceláneo. Escritos autobiográficos, Abada, Madrid, pp. 127. Un texto que se data de agosto de 1934.
[7] Lacan, J., Seminario 14: La lógica del fantasma (1966-1967) (inédito), trad. P. Kaina, Bueos Aires, Versión íntegra, p. 205.
[8] Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 1998, p. 336.
[9] Véase, Coase, R. y Wang, N., How China Became Capitalist, Palgrave, London, 2012.
[10] Véanse: Espinoza, R., “Introducción. La extracción de la dignidad por parte del Capitalismo. El devenir zombi”, en Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, Libros Pascal, Santiago, 2018, pp. 17- 24. Y Espinoza, R., “¡Desactivando a Hulk!”, en NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, Morata, Madrid, 2019, pp. 51-124.
[11] Véase, Lacan, J., Seminario 17: El reverso del psicoanálisis (1969-1970), Paidós, Buenos Aires, 2017.
[12] Žižek, S., Pedir lo imposible, Akal, Madrid, 2014, p. 120.
[13] La gran belleza no tiene mucho de bella, porque lo que muestra Sorrentino de forma realmente magistral, en el lenguaje del cine (de la mano de Antonioni y de Fellini), es que el Capitalismo formalmente es un ¡Goza! Y por ello la Fiesta es el lugar por excelencia donde acontece la ideología capitalsita en su esplendor total. Todos quieren gozar. Y si ese gozar es en Roma, frente al Coliseo, esto es, en os constitutivos mismod e nuestra era Occidental e imperial, ya sabemos que el Capitalismo simplemente va a producri ese imperio para todos hoy. con toda la decadencia que esto mismo expresa.
[14] Bob Sinclair y Raffaella Carrá Fat L’Amore. https://www.youtube.com/watch?v=zhCSG-c5xww
[15] Espinoza, R., “Hegel, lector de Žižek y las nuevas lógicas del mundo y del Estado”, en Espinoza, R., y Barroso, O., Žižek Reloaded. Políticas de lo radical, op, cit., pp. 211-239. Véase en especial el apartado “Escaparate de la ideología capitalista”, pp. 228-235.
[16] “En el mercado cobra sentido nuestra existencia, su ‘alfa y omega’, parafraseando el libro de Apocalipsis. Hasta los lejanos yihadistas de ISIS se comportan así, esto es, como ‘empresarios’ de su propio Estado virtual; pensemos en la imagen que proyectan hacia el mundo entero, por ejemplo, de su ‘poderoso’ ejército y llevando su fusil de asalto kaláshnikov para realizar efectvamente el Califatode Mahoma”. Espinoza, R., Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, op. cit., p. 32. Véase, Napoleoni, L., El fénix islamista. El Estado Islámico y el rediseño de Oriente Próximo, Debate, Barcelona, 2015, p. 17.
[17]
[18] Benjamin, W., “Sobre el concepto de historia”, en Obras. Libro I / Vol. 2, op. cit., p. 311 y p. 314.
[19] Harvey, D., Breve historia del neoliberalismo, Akal, Madrid, 2015, p. 5.
[20] Tarkovsky cuando vio El Padrino quedó absolutamente fascinado con el film, y dijo que estaba ante una “metafísica del mal”. A lo mejor no se trata de una “Metafísica del mal”, Coppola no es Schelling para llegar a ese abismo profundo para desentrañar la ultimidad de todo (es posibe que en el cine de Ingmar Bergman se dé una cierta “Metafísica del mal”). Pero a lo mejor se trata de la “Banalidad del mal”; algo de suyo también muy importante de analizar. El poder de protección y cuidado que te da besar la mano con “Anillo” del Padrino, implica el poder del propio Padrino (la primera escena del film entre Vito Corleone y Bonasera es como un Prólogo que explica todo lo que va a venir después). En ese besar la mano se juega el pacto del poder, y el poder se juega en el negocio. Hoy esa figura del Padrino la cumplen muchos en sus cargos organizacionales e institucionales. Se les besa la mano a los Padrinos y quedas capturado por el Poder del Anillo, esto es, con ciertos beneficios, de todo tipo, que trae el negcio “familiar”.
[21] Véanse, Espinoza, R., Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, Libros Pascal, Santiago de Chile, 2018. Y Espinoza, R., NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, Morata, Madrid, 2019.
[22] Véase, Espinoza, R., Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del Estado. ¿Cómo se es revolucionario hoy?, Akal, Madrid, 2016.
[23] Después de ver el “gran debate del siglo” titulado Felicidad: Capitalismo vs Marxismo entre Peterson y Žižek ya podemos darnos cuenta del nivel teórico de uno de estos Los Tres Chiflados del pensamiento de derechas de estos tiempos. Es un nivel entre básico, formalmente no saben nada, y bizarro, porque en el fondo les da lo mismo lo que piensan y hablan. Ellos dicen lo que quieren, porque igual los escuchan y tienen muchos seguidores. Y ademas siempre van “capturando” a nuevos adeptos a su causa mesianica del “Capitalismo salvador contra Marxismo diabólico”. Véase, el debate, no tiene desperdicio: https://www.youtube.com/watch?v=Vhh-4H6pzqY
Critical Theory, Psychoanalism and Capitalism?
Ricardo Espinoza Lolas[2]
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
orcid id: 0000-0002-4215-1419
“Estoy seguro de que el Espíritu del mundo ha dado a la época la orden de mando de avanzar; esta orden de mando está cumpliéndose; este ente avanza como una falange acorazada y en apretadas filas, de un modo incontenible y con tan imperceptible movimiento como un Sol, atravesando lo grueso y lo delgado; innumerables tropas ligeras cubren los flancos a favor y en contra de ello, la mayoría de ellas no saben ni remotamente de qué se trata; sólo sienten que les caen los golpes sobre la cabeza, como si lloviera del cielo. El partido más seguro es, indudablemente, el de no perder de vista a este gigante que avanza”[3]. Carta de Hegel…
Resumen
Este texto muestra cómo hoy en la actualidad para develar al Capitalismo en su operar planetario es necesario más que nunca trabajar con dos grandes herramientas conceptuales, una de ella es el Psicoanálisis y la otra es la Teoría Crítica. El Psicoanálisis nos permite entender cómo el Capitalismo nos ideologiza y darnos cuenta de que hasta lo más propio de nuestro inconsciente es capturado por lo político. Y la Teoría Crítica nos permite estudiar las lógicas mismas que la historia materia del Capitalismo ha ido construyendo. Este artículo reflexiona sobre los últimos 50 años de advenimiento del Capitalismo y cómo esto ha impactado nuestras vidas.
Palabras clave
Teoría Crítica, Psicoanálisis, Capitalismo, Hegel, Lacan
Abstract
This text shows how today to unveil Capitalism in its planetary operation it is necessary more than ever to work with two great conceptual tools, one of which is Psychoanalysis and the other is Critical Theory. Psychoanalysis allows us to understand how Capitalism ideologizes us and realize that even the most characteristic of our unconscious is captured by the political. And the Critical Theory allows us to study the same logic that the material history of Capitalism has been building. This article reflects on the last 50 years of the advent of Capitalism and how this has impacted our lives.
Key words
Critical Theory, Pshycoanalism, Capitalism, Hegel, Lacan
1
El gigante que avanza y todo lo penetra desde lo pequeño a lo grande en estos tiempos, nuestro “Espíritu del mundo”, es el Capitalismo. ¿Cómo poder develar y denunciar al Capitalismo y hacerlo visible para todos? ¿Cómo conjurar a este gigante para que podamos darnos cuenta de todos los efectos nihilistas que causa en el planeta? ¿Cómo podemos ver a este gigante que se nos filtra en lo más propio de cada uno de nosotros? ¿Cómo darle cuerpo al Capitalismo que en el fondo somos nosotros mismos? Estas preguntas y otras pueden tener alguna respuesta en la medida que la Teoría Crítica y el Psicoanálisis se articulan como un marco conceptual que nos permite trabajar en nuestra propia subjetivación ideológica, pues nosotros mismos somos los capitalistas. Y los Trump, Bolsonaro, Johnson, etc. son expresiones de nuestro ser capitalista; los votamos y por millones.
Tanto la Teoría Crítica como el Psicoanálisis son radicalmente herramientas conceptuales para, por una parte, develar las lógicas que componen la estructura en la que somos y nos movemos; y, por otra parte, nos permiten transformar esa misma estructura analizada. Entonces en tanto que herramientas nos dan la posibilidad de vernos en lo que somos y hemos sido (y a lo mejor en lo que seremos); y, en tanto que agenciadores nos permiten abrir el campo de la transformación, de la emancipación no solamente de nosotros, sino de lo político mismo.
2
¿Capitalismo?
Lo que llamamos de forma simpliciter Capitalismo ha mutado a lo largo de la historia. A lo mejor la historia misma de los últimos siglos es la Historia del Capitalismo; es cosa de leer por ejemplo a Eric Hobsbawm y su Historia del Siglo XX[4] para darse cuenta de ello. Este Capitalismo que muta y ha mutado tanto en estos casi últimos 50 años, desde Mayo del 68 en adelante a veces nos asusta porque no sabemos en qué terminará: ¿destruyendo al Planeta entero por medio del Cambio Climático que se acelera, por ejemplo, con la quema, en la era Bolsonaro, de miles de hectáreas de bosques en El Amazonas? Sin embargo, lo más interesante para nosotros (für uns), y esto es un rasgo típico de la Teoría Crítica tan heredera de Hegel, porque somos nosotros como un tejido silencioso del espíritu, como lo dice el filósofo al final de su Fenomenología del espíritu: “Aber dieses stumme Fortweben des Geistes im einfachen Innern seiner Substanz, der sich sein Thun verbirgt, ist nur Eine Seite der Realisirung der reinen Einsicht”[5]. Nosotros somos los que vamos encarnando, literalmente en nuestro cuerpo, al Capitalismo mismo en todas las regiones; en todos los territorios (empíricos, virtuales, inconscientes). El Capitalismo como señala rotundamente Benjamin se vuelve religión: “En el capitalismo cabe ver una religión, ya que éste sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, tormentos e inquietudes a los que antaño intentaban dar respuesta todas las religiones”[6]. Y si la religión cristiana era la que expresaba que el absoluto está en todas partes, el absoluto descentrado, descabezado, porque acontece en todas las conciencias (las que sean), ahora es el Capitalismo el que realiza esa absolutización de estar en todas partes, por ser de suyo lo “descentrado” por excelencia. El Capitalismo es rizomático, no se enojen mis amigos deleuzianos, porque la tecnología en una era digital, por ejemplo, vía Smartphone y Redes sociales lo permite en estos tiempos. En todo momento estamos siendo capitalizados y, a la vez, estamos capitalizando la realidad. No hay un centro, ni raíz capitalista unívoca. No existe un líder “en sí” capitalista (no hay un solo Trump), ni una ciudad capitalista por excelencia (no hay una sola NY), o un país solamente capitalista (no hay un solo USA), o una empresa capitalista totalitaria (no hay un solo Microsoft), etc., sino que hay múltiples redes nodales capitalistas en múltiples tipos de territorios; y lo que se da radicalmente, en estas redes nodales que atraviesan los territorios, es nuestro inconsciente realmente construido de modo capitalista. Y ese inconsciente capitalista opera como la red nodal política por antonomasia que abre realiza el Capitalismo en todas partes.
Esta Idea de cómo opera el Capitalismo hoy vive y pervive fuertemente en el presente y nunca nos abandona, pues está ya originada en nuestro inconsciente, el cual sabemos por Freud y Lacan que es siempre político: “Si Freud ha escrito en alguna parte que la anatomía es el destino, habrá quizás un momento en que se volverá a una sana percepción de lo que Freud ha descubierto, se dirá, no digo la política es el inconsciente, simplemente: el inconsciente es la política”[7]. Esa vieja y profunda Idea del Cristianismo: “El centro está en todas partes”[8] que incluso mienta lo propio del pensamiento del “eterno retorno” de Nietzsche en su Zaratustra (y con ello de múltiples filosofías de tipo productivas y creativas, como la de Deleuze); y que luego es asumida y engullida radicalmente por el Capitalismo y su ansias voraces de totalidad se vuelve imperial. Por eso China, y no USA, acontece hoy como el imperio capitalista por excelencia; los chinos encarnan esa Idea totalitaria y nihilista. Ellos son su cuerpo, su enjambre. Ellos hoy son la totalidad que está en todas partes afirmando la producción y distribución de capital; millones de capitalistas comunistas no demócratas, consumistas y que sufren como locos para cumplir con sus metas de productividad; su expresión capitalista deviene en todas partes. Ellos buscan ser la Mediación de esta actual “regla capitalista planetaria”[9]; todo el negocio debe pasar por su actual “Ruta de la Seda”; ruta simbólica que está actualmente deviniendo una Matrix global. Los humanos devenimos zombis, esto es, en “chinos”; agentes reproductores del Capitalismo. El Planeta está dejando la hegemonía de USA y deviene China (desde la metáfora de Charlot en Tiempos Modernos, 1935, a la era actual de los zombis).
3
¡Goza!
El Capitalismo ha cambiado en estos últimos 50 años de nuestra historia y hoy, en estos tiempos, está en su etapa más tóxica, demencial y expansiva, porque hoy está en juego el mismo Planeta Tierra (esto no había pasado nunca antes); el Planeta como el ecosistema que nos permite ser lo que somos hasta nuestros días está realmente en peligro. Es lo que llamo en mis textos como Capitalismo hacendal militarizado chapuza[10]. Si seguimos a Žižek y en ello primariamente a Lacan y su Seminario 17: El reverso del psicoanálisis (1969-1970)[11], lo que vemos a final de los años 60 y comienzos de los 70 del siglo XX en Europa y que se cristaliza en el Acontecimiento de Mayo del 68; es un proceso revolucionario fallido (casi siempre fallan), por eso cuidado con las revoluciones, ya Žižek lo hace notar con preocupación constantemente y en múltiples partes: “A menudo cito a Walter Benjamin cuando decía que ‘cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fallida’. Esto quizá sea más pertinente hoy de lo que ha sido nunca”[12]. Y es fallido porque radicalmente genera una nueva mutación del Capitalismo; muta, se podría decir, al Neoliberalismo. Aunque en Mayo del 68 se generan varios logros para los franceses, europeos, etc., en derechos laborales, estudiantiles después de esas 10 semanas de protestas en Paris: mejor calidad en los estudios, conectividad de la universidad con la ciudad (Nanterre estaba en las afueras del Paris del 68), calefacción, alimentación, horas de trabajo para los obreros, calidad en los salarios, respeto a los derechos laborales, etc. Pero independiente de esas mejoras para todos, lo que sucedió es que la propia subjetividad capitalista mutó (esto a veces pasa desapercibido incluso hoy en múltiples teóricos cuando analizan las crisis sociales, como la tremenda crisis actual de Chile). Y he aquí el grave problema no visto y pensado ni por los “jóvenes revolucionarios”, ni por los “viejos teóricos de izquierda”.
Y aconteció, dicho en lacaniano, el Mandato del ¡Goza! Se liberaron en Francia, y luego por Europa, América, Asia, las fuerzas de diversión, de entretención, de espectáculo, de simplemente “pasarla bien”, de liberar el cuerpo de las ataduras del Capitalismo explotador y reconstructor de Europa post Segunda Guerra Mundial (como una precuela de la “austeridad” actual que se busca imponer no solamente a Grecia, España, Portugal sino a todos los países). Y los líderes revolucionarios, a lo Daniel Cohn-Bendit, se sintieron “felices” (excesivamente) de ser revolucionarios en el mercado-mundo de las nuevas revoluciones (era como ser el Che sin fusil, ni barba, ni sangre, ni muertes, ni enfermedades, ni dolor, ni escaramuzas, sin Bahía Cochinos, etc.); y fueron, por lo tanto, formalmente capitalizados y vendidos en el mercado (así como precuelas del degaste de Podemos con la figura tozuda y juvenil de Pablo Iglesias; el nuevo Cohn-Bendit pasado por Anguita). Así nació el estatuto casi “ontológico” de que divertirse es un valor en y por sí mismo (el valor por excelencia, y no solamente de los jóvenes). Y en ello toda dimensión de la realidad se la llevó ese mismo divertirse abismal y nihilista, hasta la revolución. ¡No quedó nada de ella! Así fue, por ejemplo, lo que pasó con la Movida Madrileña de mediados de los 80; entre rock, sexo libre y heroína no quedó nada de alguna emancipación posible; literalmente se le asfixió y se murieron muchos.
Y, de este modo, todos nos subjetivamos en el gozar; y se goza, cueste lo que cueste, bajo el mandato de la necesidad que el Capitalismo nos dicta; y nuestra frágil libertad es rápidamente atrapada y absorbida por la necesidad de dicho mandato: ¡Goza! Y todos quieren gozar así como como lo muestra el film La Grande Bellezza de Paolo Sorrentino (2013)[13] en esa increíble Fiesta que se muestra al inicio frente al decadente Coliseo: bailar y bailar en medio del show más radical y visceral del Capitalismo (y con ese Remix de un clásico de Raffaella Carrà y su mítico Far L’Amore)[14]. Ante el mandato del Goza no hay posibilidad de emancipación alguna (menos de revolución), pues todo queda, realmente, capturado por el gozar; de allí la dificultad que es salir de este laberinto del Capitalismo que estructura nuestro deseo como goce; una dificultad que se vuelve realmente casi un imposible. Por eso, repito, la famosa Movida Madrileña de los 80 no fue para nada un acontecer revolucionario de los madrileños y españoles (esto es imposible); sino una actualización y muy tardía de Mayo del 68, en donde el Capitalismo transformado hizo su entrada radicalmente en la sociedad provinciana, conservadora y castrada española después de Franco. Y de allí la droga dura (en especial la heroína), el rock y la muerte se volvió el horizonte en donde vivir: Nihilismo (un cierto rasgo madrileño que perdura hasta nuestros tiempos, y, además, un rasgo social casi occidental muy presente hoy; en Chile ni qué decir tiene). Esto se ve bien en el último film de Pedro Almodóvar titulado Dolor y gloria (2019). Y el deterioro de toda una generación, no solo madrileña, sino española fue total; y así se apropiaron de lo político los dos partidos del Pacto del 78: PSOE y PP. Se desactivó todo movimiento emancipatorio con esa Movida; toda potencia revolucionaria fue disuelta. Y ya nadie está dispuesto a sufrir por una revolución (los mismos votantes de Podemos en la zona popular madrileña de Carabanchel ahora algunos se pasan a votar por Vox porque es más “erótico” y ganador), en ninguna parte se da algo así como una Izquierda realmente anti-capitalista porque sería algo muy aburrido, poco divertido, totalmente des-erotizado, sin reconocimiento, sin escaparate[15], sin espectáculo, etc. Ningún revolucionario quiere vivir así (ni Pablo Iglesias), ni países llamados de izquierda como Venezuela, que tienen bien poco de izquierda (solamente en un discurso sesentero; Maduro es realmente un chiste y nunca dejará todos sus privilegios para gozar, así es como un Berlusconi de segunda); esto fue, también, pero de modo inverso uno de los graves errores que llevaron a la reciente salida de Macri en Argentina y ahora acorrala a Piñera en Chile; me refiero al carácter castrador y abusivo, se pasan de rosca para el otro lado, y con tantas políticas neoliberales radicales todo el mundo deja de votarlos y de seguirlos. Esto es imposible, el mandato del Goza constituye subjetividades, sociedades, países. El mandato del Goza constituye hasta la ideología de izquierda (y también otras como las mal llamadas “fundamentalistas” de Oriente, nunca se ha tratado de una Guerra de Civilizaciones, ni de religiones; por ejemplo, ISIS busca Gozar en el mercado capitalista mundial y por eso hace lo que hace mediáticamente y así buscar adherentes por la Europa nihilista, sin sentido: Londres, Paris, Berlín, Roma, Barcelona, etc.)[16]. ISIS atrae a miles de jóvenes desencantados, resentidos y frustrados que no gozan en una Europa capitalista que se vuelve solamente para unos y no para todos.
Al parecer tiene razón Lacan, no hay discurso posible revolucionario, ni el de la histeria (que podría ser actualizado como el discurso de los movimientos femeninos de reivindicación), ni el universitario (que podría ser entendido como el discurso del saber y de los jóvenes y académicos), ambos están capturados por el discurso del Amo y por ende es manifestación de la dominación que no nos libera sino todo lo contrario nos esclaviza en tremendas cadenas necesarias capitalistas; y, por tanto, son nuevas y tóxicas formas de esclavitud, pero con la llegada del Capitalismo mutado se nos volvieron en una “confortable” esclavitud, en un querer estar cómodamente siendo esclavos, porque tenemos resuelto nuestro deseo como gozar (ya no es necesario esclavizarnos de modo brutal y violento; al contrario, la nueva esclavitud produce más capital sin la necesidad de Campos de Concentración, ni Minas de Carbón, ni General Motor, etc.). El ya clásico de La sociedad del espectáculo de G. Debord (1967)[17] se queda corto con todo lo acontecido post Mayo del 68, es como ese viejo film de Átame de Pedro Almodovar (1989), en donde feliz Victoria Abril buscaba ser atada por el freak de Antonio Banderas, y todo porque gozaba con él (y lo hacía casi en el masoquismo más extremo).
¡Somos felices siendo esclavos!, pues tenemos sexo, droga, alcohol, viajes, conectividad, descanso, ocio, arte, pop, rock, The Beatles, Londres, París, Tokio, New York, Río de Janeiro, porno, cómic, cine, tenis, fútbol, radio, tv, el inicio de lo digital, acceso a crédito, libertad para movernos por Europa y el mundo, coches, cosas y cosas, y cosas, mercancías y útiles y todo puede ser desechable, tenemos la píldora, la minifalda, las patillas, los peinados, el vestuario, El libro de Mao, a Godard, a Hamilton, a Warhol, etc. Tenemos todas las posibilidades para gozar felizmente en la esclavitud del “seductor y atractivo” Capitalismo neoliberal. Y en ello somos realmente anestesiados más que nunca y desconectados de nuestra potencia revolucionaria (tal como lo piensa ya Benjamin en sus textos de la Historia). Benjamin dice rotundamente: “Nada ha podido corromper tanto a los obreros alemanes como la opinión según la cual iban a nadar con la corriente [Tesis XI] (…) La teoría de la socialdemocracia, y aún su praxis, fue determinada por un concepto de progreso que no se atenía a la realidad, sino que tenía aspiración dogmática… La idea de un progreso del género humano a lo largo del curso de la historia no puede separarnos de la idea de su prosecusión todo a lo largo de un tiempo vacío y homogéneo [Tesis XIII]”[18]. Y con esta anestesia funcionamos como en The Matrix conectados a la red (este film no es una utopía, sino una metáfora expresiva de la realidad de hoy); y cada uno vive su gozar o busca su gozar o sufre su gozar, pero no deja de producir y distribuir “Goce”, esto es, “Capital”.
El Capitalismo con esta transformación cualitativa se volvió planetario (y colonizó radicalmente, como he dicho, nuestro inconsciente); se acabaron los buenos y los malos, porque todos ahora son “malos” (pero todos, al mismo tiempo, se creen “buenos”, porque tienen “derecho a gozar”). Todos quieren gozar en algún clúster capitalista, hasta los chinos se vuelven locos con Marvel; por eso llegó la era de Regan-Pinochet-Thatcher-Deng Xiaoping. Con Xiaoping China despierta total y lamentablemente al Capitalismo y con eso el Capitalismo se volvió planetario; millones de chinos comunistas capitalistas que quieren gozar, que no “paran” de gozar mientras capitalizan en el mercado. David Harvey es muy certero en lo que ve: “En 1978 Deng Xiaoping emprendió los primeros pasos decisivos hacia la liberalización de una economía comunista en un país que integra la quinta parte de la población mundial. En el plazo de dos décadas, el camino trazado por Deng iba a transformar China, un área cerrada y atrasada del mundo, en un centro de dinamismo capitalista abierto con una tasa de crecimiento sostenido sin precedentes en la historia de la humanidad”[19]. Este tsunami chino capitalista es lo único que puede detener, en parte, al viejo y gastado imperio de USA, pero es una detención en la propia hegemonía por el capital, no por ser algo distinto anti-capitalista (eso es lo que está detrás de la guerra actual de los aranceles y del 5G), sino todo lo contrario: es la radicalización capitalista extrema que quiere devorar todo el Planeta. Hoy estamos deviniendo en el mundo chino del goce capitalista, por esto los chinos son los defensores en Davos del comercio totalmente abierto.
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¡Emprende!
En ese contexto surge otra mutación histórica del Capitalismo y de su mandato ¡Goza!; estamos en tiempos de los 70, de los 80, de Foucault y sus dispositivos en Vigilar y castigar (1976); en épocas tremendamente voraces de los Negocios (con mayúscula); y, por lo mismo, de que todo negocio llama a otro negocio y así al infinito: es la acumulación por excelencia. Y en esta acumulación se da algo radicalmente nuevo. Un negocio es como una categoría filosófica que expresa la realidad sin más así como, por ejemplo, la categoría griega aristotélica del “lugar”, porque todo negocio es “más” que negocio; es la posibilidad de abrir nuevos negocios. El negocio “negocia” todo. El negocio “negocifica” la realidad; todo lo vuelve negocio. Si la realidad, por ejemplo, tiene que tener “lugar”, también tiene que ser “negocificable” o no es nada. Y así nace el delirante mandato del ¡Emprende!; mandato tan importante para entender no solamente a Chile (y lo que ha pasado en estás últimas décadas de Gobierno de la Concertación y de la Derecha liberal; y de la actual crisis sistémica del modelo), sino todo el Capitalismo americano chapucero que se extiende por todos los territorios y en donde Trump solamente es la punta de iceberg, el nuevo emperador decadente Calígula que sintetiza a otros gobernantes-emperadores que le han precedido (Obama, los Bush, etc.). Es un cambio del ¡Goza!; ahora se ¡Goza! en el ¡Emprende!; pues ahí se es realmente Yo mismo en el mundo-mercado capitalista. En el ¡Emprende! todo se vuelve negocio, incluso más que en el film extraordinario El Padrino de Francis Ford Coppola (1972)[20]. Una verdadera “metafísica del mal”, como lo llamaba Tarkovsky, en donde los Corleone lo hacen todo por el negocio, nunca es nada personal, sino que el negocio manda; más allá del amor, de la familia, de los amigos, etc., nunca, pero nunca se traiciona la “lógica del negocio” (esta es la gran enseñanza de Vito Corleone a su “ingenuo” hijo Michael). Ante el negocio lo más salvaje y estúpido está siempre justificado (incluso asesinar a un hermano). Es una sociedad que se levanta literalmente desde la perversión, en donde ya no hay límite alguno; el único límite es el propio negocio. Y en ello nuestra subjetividad vive más allá de lo bueno y de lo malo, vive desde el vacío mismo que le permite el poder de su negocio más propio.
“Todos” somos lobos entre lobos; el negocio nos constituye como lobos feroces y voraces (los ejemplos, son múltiples, en Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros doy muchos ejemplos de esto desde lo más simples y aparentemente inocuos a los más horrorosos y destructivos); pero cuando “escribo” “Todos” en este texto, a veces pienso verdaderamente, con espanto, en radicalmente “Todos”: uno mismo, nuestras parejas, nuestros padres e hijos, los amigos, los familiares, los vecinos, los ciudadanos, los políticos, los parlamentarios, los religiosos, los ateos, etc. Todo es un tremendo devenir negocio, no solamente el ámbito de los negocios, sino que es la radicalización de gozar en el negocio mismo, en el negocio del emprendimiento infinito; y así el lobo piensa que por fin lo tendrá todo para estar saciado y en algún momento dejará el ansia de querer más, pero nunca se acaba el “hambre del lobo”; siempre es un: “¡Sí, quiero más!”. Se goza en el emprendimiento y, como he dicho, en un emprendimiento que siempre es acumulativo, que siempre quiere más, simplemente “más”. El goce se transformó esencialmente en un neurótico y repetitivo emprender negocio. En todas las instituciones acontece el negocio del emprender: la familia, la educación, la clínica, el Estado, etc. Todo deviene en un inexorable mandato: ¡Emprende! Todo es un devenir empresa, un dispositivo empresa. Es la ideologización capitalista del empresario como algo universal, necesario y a priori; el ser empresario está en todas partes: desde que gobiernan países (como Trump, que está muy arrinconado, Macri, que ya se hundió, Piñera, que se hunde, etc.) hasta gobiernan familias concretas, pasando porque gobiernan todo tipo de trabajos, de praxis. El ser empresario se adueña del mundo, todo es parte de su apetito insaciable, lo quieren todo para sí; nada se le resiste a su deseo de totalidad.
Y el Planeta deviene en una Hacienda capitalista empresarial; la realidad deviene empresa. Si pensamos en dos de los personajes más famosos de los cómic: Bruce Wayne y Toni Stark, ellos manifiestan a los empresarios “buenos”, que luchan contra los malos “empresarios”. Nuestros héroes inconscientes son esos empresarios que nos salvan de la destrucción anti sistémica de empresarios coludidos con anarcas (recordemos a Batman como lucha contra los empresarios malvados en The Dark Knight Rises, 2012, de Christopher Nolan). El devenir empresa asume el mandato ¡Goza! dentro de sí (por lo tanto ya no es mero ¡Goza!), porque en ese emprender el yo se “yoifica”; y luego es un yo que trabaja infinitamente para acumular lo que sea (no para de hacerlo), en el fondo acumular la misma y ruin acumulación: el yo por el yo mismo (la locura delirante total que se normaliza como algo obvio), esto es, lo que señalo en otros escritos con el nombre del personaje de Marvel: Hulk, pues opera como una potencia verde, del dólar, que no para de querer más y más violencia y no hay cómo desactivarlo. No solamente se trabajan 8 horas al día (esto es totalmente falso), ni 15, ni “24”, ni “48” horas (aunque parezca absurdo o ridículo); ahora se trabaja siempre, incluso en horas futuras, se trabaja formalmente en el propio futuro; en generaciones futuras. Literalmente se le quita tiempo al futuro, se trae el futuro a este presente para poder trabajar y rentabilizarlo, capitalizarlo. El futuro gracias al emprender se realiza como futuro mismo en el presente; se actualiza en este diario vivir; como nos falta tiempo lo buscamos y lo traemos del futuro. Así de voraz es el emprender. Es la locura nihilista de la destrucción material de la vida en su cotidianidad socio-histórica; en su tejido. Nada interesa de la vida en su cotidianidad; todo se destruye en vistas al negocio futuro. El hombre del emprendimiento siempre está emprendiendo; luego no vive esta vida, es un radical nihilista. El vacío nihilista alimenta al capitalista emprendedor; toda su vida está capturada por este vacío, y allí radica que esté dispuesto a firmar un contrato con un nuevo Mefistófeles para poder vivir seguro en ese trabajo de emprendimiento infinito (el sueño que se realiza de Steve Bannon y lo proclama por todas partes, esto es, el nuevo trabajador populista capitalista). Este hombre emprendedor vende su alma al Capitalismo, el cual tiene muchos rostros y, por tanto, es casi imposible de combatir. Este nuevo hombre, o como diría Nietzsche, este “último hombre” incluso puede querer eternizar su vida nihilista del emprender, o sea, se sacrifica al emprender: ¡es lo demencial! Y esté dispuesto a dar su vida, hasta votar por el que causa daño; vota por lo peor para que todo siga aconteciendo como más emprendimiento. Lo más probable es que vote feliz y de la vida por lo nefasto por excelencia, por un Bolsonaro, por un Trump, por un Orban para que le dé los recursos “posibles” económicos para ser exitosos en el mundo-mercado. Y así viva realizando su emprendimiento seguro en medio del Capitalismo. Este “último hombre” es ahora el “nuevo” capitalista, un obrero capitalista, un chino capitalista, un comunista capitalista, un populista capitalista, etc.
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¡Teme!
Y desde esa transformación del Mandato del ¡Goza! como Mandato del ¡Emprende! todavía hoy se da un nuevo y radical cambio (entendamos estos cambios desde Hegel, no se trata que cada uno de estos Mandatos se elimine o se cancele por el nuevo que viene, sino que cada uno de estos Mandatos es subsumido por el que viene, luego el anterior queda asumido “dentro” del nuevo, es la Aufhebung hegeliana). Este Mandato también se modifica sustancialmente; se muta en los 2000 en el Capitalismo al hacendal militarizado chapuza que he tratado latamente en otros Libros[21]. Y el mandato ideologizado que nos subjetiva es ahora más simple y chapucero, pero a la vez más radical: ¡Teme! Es un Mandato que acontece desde nuestro pasado más primitivo, mientras que el ¡Goza! acontece en el presente y el ¡Emprende! en el futuro. Solamente hoy en el Capitalismo de la hacienda del territorio cerrado que nos sirve para cubrirnos y defendernos (contra un cierto enemigo, contra cualquier Otro; Trump y los nuevos líderes fascistas viven de esto y, por ejemplo, abusan del tema de la migración para poder tener embobado a su votante radical; el tema de Venezuela y ese caos populista que los puede acechar si votamos por un candidato de izquierda) con todos nuestros valores identitarios chapuceros podemos generar nuestra emprendimiento seguro y gozar con ello (el ¡Goza!, se funda en el ¡Emprende! y este ahora en el ¡Teme!). Nuestro presente que había sido subsumido por el futuro ahora se realiza desde nuestro pasado más primitivo. El Capitalismo ha devenido en mutación fascista que vota a los: Trump, Bolsonario, Duque, etc.
Entonces en este Capitalismo del ¡Teme! y que ahora acontece a nivel planetario en donde la era de la oscuridad acecha y la humanidad vota por la “sin razón” (que tiene “su” razón que lo explica; sus lógicas que lo expresan)[22], vota por la farsa, por la chapucería como salida posible al estado de la cuestión capitalista: el que no tiene dinero vota por millonarios: Piñera, Macri, Trump, Mitsotakis; el afroamericano vota por el que odia a los afroamericanos como Bolsonaro, millones de mujeres votan por el que no respeta a las mujeres como Trump, el comunista vota por Marine Le Pen, el ciudadano de mundo, el romano, vota por el provinciano Salvini, el votante de Podemos de Madrid vota hoy por Vox, el que odia el Capitalismo de USA lo único que quiere es que Venezuela se parezca a USA, etc. La vía estúpida, totalmente estúpida y chapuza, y el horror para vivir “seguro” y “ahí”, en ese lugar privilegiado, emprender sus negocios y así gozar y ser feliz. Es necesario “Historizar”, y me invento el verbo para mostrar una actividad vital para nuestras vidas, hoy más que nunca se necesita y requiere la historia para dar luz y así iluminar la oscuridad fascista militarizada y chapuza de la hacienda capitalista que se da en todos los territorios: el más peligroso de ellos y, a la vez, el más expuesto es, como señalé, el territorio inconsciente. Estamos siendo colonizados por medio de nuestro inconsciente. En él habita y reina lo político.
Al “historizar” no podemos dejar de “historizar”; pues estamos siempre historizando. Es inevitable, pero siempre historizamos, hasta los dogmáticos lo hacen en su diario vivir (hasta las sectas que no creen en la evolución están historizando siempre). Aunque nos hagan creer que estamos atrapados y esclavizados al puro presente (en el fin de los tiempos del Capitalismo a lo Fukuyama ahora a lo Kojève en el pasado), en ese presentismo letal y enfermizo del Capitalismo del goce o en ese trascendental y perverso futuro del Capitalismo del emprendimiento, por el que vivimos toda la vida negando esta vida; nihilistas somos, por vivir mejor en la otra vida asegurada en el “colchón del dinero”, en el valor de cambio acumulado (sea como sea y cueste lo que cueste). Estamos ante el fenómeno de la vida nihilista del Mandato ¡Emprende! que todo lo inunda.
Sin embargo, en la actual versión histórica de nuestro vivir, en la historia de ese pasado cercano, lo que antes fue una tragedia hoy deviene farsa (chapuza) querida por la mayoría; lo horroroso del pasado como eso identitario, rancio y tóxico, con el clásico sentir de que “todo pasado fue mejor” (se anhela un Chile “ordenado y claro” por Pinochet, se anhela esa España de Franco, la UK de Thatcher, el USA de Reagan, siempre a Mao se le extraña en China, a Fidel en Cuba, Chávez en Venezuela, etc.), eso monstruoso, repito, de la potencia originaria y se nos dice que todo lo que vino después es ahora corrupción de lo inicial (es como la historia del olvido del ser Heidegger); y por eso es necesario liberar las fuerzas del origen que proclaman todos los fascismos actuales: desde los brutales como el nazismo a los banales malignos como los de: Bannon, Peterson o Horowitz de la actualidad; o de todos los que niegan lo ha acontecido porque así les acomoda[23]. Y con la arremetida de ese populismo de derechas y de los obreros capitalistas todo se ha vuelto más siniestro y más preocupante para millones de humanos. Esa repetición a lo que nos causa daño se repite una y otra vez; la revolución fallida deviene fascismo, en estos tiempos como farsa. No es solamente lo que piensa Lacan, esto es, que una revolución vuelve al punto de origen, sino que vuelve a algo bizarro, grotesco y ridículo. O lo que es más gracioso ya Freud se daba cuenta de que se repite un origen falso o mentiroso o confuso en ciertos fenómenos, por ejemplo, de histeria; se miente hasta en nuestro propio inconsciente. Volver al pasado, una vuelta al pasado originario, tampoco es garantía de nada claro; en realidad nunca lo es, porque volver al origen es imposible ni los Avangers pueden lograr semejante misión. Ese pasado se le recrea, se le inventa, se le modifica, se le manipula a cada rato. Trump lo hace siempre y es un líder mundial, pero también lo hace Piñera, Maduro, Sánchez, Putin, etc. en sus respectivos países; se inventa una historia desde cierto “en sí” que conviene para construir el relato originario, nacionalista, etc. Se puede hablar cualquier estupidez del pasado, lo más tonto y ridículo, y de ahí se puede producir de forma espantosa nuestro presente en cada uno de nuestros inconscientes. Esto lo realizan con verdadero oficio “maquiavélico” nuestros políticos, y también en distintas disciplinas y saberes, pero lo más preocupante es que se realiza en el diario vivir del ciudadano de a pie. Se inventan cada cosa del pasado y luego todos lo creemos, por eso esto es digno de diván psicoanalítico, pues nos creemos nuestras propias mentiras y no solamente mentidas grandes, sin hasta las más inocentes e inofensivas y chapuzas.
Estas tres formas no históricas de la historia capitalista: la del ¡Goza! anclada en “presentismo”, la del ¡Emprende! constituida desde el “futurismo” y la del ¡Teme! sumergida en el “pasadismo”, son formas capitalistas temporales de ser en el plano mundo-mercado. Y ante esta historia no “histórica”, es menester hoy más que nunca, una historia material para todos. Es necesario con urgencia, para liberarnos de tanta estupidez y, en especial, del Capitalismo hacendal militarizado chapuza, una historia viva en su materialidad y caos; una historia que se realiza en los múltiples tejidos sociales; en los Otros; en el NosOtros.
Conclusión
Hoy no podemos mostrar cómo opera y se manifiesta el Capitalismo en todos nosotros, sin estas dos grandes herramientas conceptuales que son la Teoría Crítica y el Psicoanálisis. Cada una de ellas, ya con una larga historia de desarrollo. El Psicoanálisis desde Freud a Alemán nos ha permitido ver cómo por más de un siglo el hombre se ha subjetivado y en ello cómo el inconsciente se las tiene que haber consigo mismo y en ello intentar superar tanto dolor que nos paraliza día a día; y la Teoría Crítica, incluso anterior al mismo Adorno y Horkheimer, desde el mismo Marx, desde Hegel, nos ha hecho mirar la historia como el elemento material en donde nos subjetivamos. Una historia que siempre está abierta y, por lo mismo, no nos deja nunca de sorprender. En esa historia y en ese inconsciente, en esas “lógicas del mundo y del Estado”, el Capitalismo llegó para quedarse un largo período.
Pero igual podemos develarlo, anunciarlo, denunciarlo por todo el daño que hace, ha hecho y seguirá haciendo. Y, además, como momentos histórico que nos ideologiza, hasta nuestro inconsciente, también podemos esperar que mute, pero no a una nueva figura, sino que mute a una disolución, la que poco a poco nos muestre otro modo de organizarnos políticamente.
[1] Este artículo es parte del Proyecto Fondecyt N.º 1170454: “Realidad y arte en Zubiri” respaldado por Conicyt, Chile (duración entre 2017 a 31 de marzo de 2020).
[2] Ricardo Espinoza Lolas (Playa Ancha, Valparaíso, 15 de Octubre de 1967) es un académico, escritor, teórico crítico y filósofo chileno. Su obra articula el pensamiento de G.W.F. Hegel con la Teoría Crítica actual imbricada con la fenomenología de X. Zubiri y el pensamiento estético creativo de F. Nietzsche. Y con esta matriz su pensamiento pretende dar respuestas a la cultura de estos tiempos y, a la vez, busca mostrar nuevas lógicas creativas que permitan abrir una alternativa al capitalismo imperante global. Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y Catedrático de Historia de la Filosofía Contemporánea de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Es miembro, entre otras instituciones, del Center for Philosophy and Critical Thought de Goldsmiths. University of London. Es Director del Centro de Estudios Hegelianos de Valparaíso. Además, es Socio del Instituto de Sistemas Complejos de Valparaíso. Es Socio y del Directorio del Foro de Valparaíso. Y es parte de directorio de la Corporación Municipal de Valparaíso. Ha ganado cuatro prestigiosos Proyectos FONDECYT como Investigador Responsable en torno al pensamiento de Xavier Zubiri (proyectos con duración de 3 años cada uno): El problema del tiempo en Zubiri (Proyecto Nº: 1060475), Realidad y cuerpo en Zubiri (Proyecto Nº: 1110507). Realidad y técnica en Zubiri (Proyecto N°: 1140973) y Realidad y arte en Zubiri (Proyecto Nº: 1170454). Y ha sido Patrocinador de otros dos proyectos FONDECYT (de Postdoctorado). Investigador Patrocinante FONDECYT Nº 3085042: “El problema del tiempo biológico desde el horizonte de la filosofía de Zubiri” del Dr. Esteban Vargas. Investigador Patrocinante del Proyecto FONDECYT N° 3120131: “Geofilosofía de la ciudad latinoamericana” del Dr. Patricio Landaeta. Ha dirigido 28 Tesis Doctorales (5 en co-tutela internacional). Ha escrito más de 120 artículos (38 ISI) en torno a Zizek, Deleuze, Zubiri, Heidegger, Nietzsche, Hegel, etc. en revistas indexadas. Ha dado más de 210 conferencias en distintas Universidades nacionales como internacionales. Ha sido invitado a dar cursos e investigar a distintos Centros de Investigación nacionales e internacionales. Entre los libros que ha escrito o coeditado (14) destacan: Realidad y tiempo en Zubiri (2006), Zubiri ante Heidegger (2008), Hegel. La transformación de los espacios sociales (2012), Flashback, miradas y gestos (2012), Realidad y ser en Zubiri (2014), El cuerpo y sus expresiones (2014). Hegel y las nuevas lógicas del Estado, con Prólogo de Slavoj Zizek y Epílogo de Alberto Toscano (2016; Seg. Ed. 2017), Lacan en las lógicas de la emancipación (2018), Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, con Prólogo de Antonio Negri y Epílogo de Eugenio García (2018), Zizek reloaded. Políticas de lo radical (2018; Seg. Ed. 2019), Aporías de la Democracia (2019), NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, con Prólogo de José Luis Villacañas y Epílogo de Santiago Castro-Gómez (2019) y Hegel Today! (2019). E-mail: [email protected]
[3] La carta de Hegel aparece en: Bloch, E., Sujeto-objeto. El pensamiento de Hegel, FCE, México, 1949, p. 480.
[4] Véase, Hobsbawn, E., Historia del Siglo XX (1914-1991), Crítica, Barcelona, 2012.
[5] Hegel, G.W.F., Phänomenologie des Geistes. En: Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Hauptwerke in sechs Bänden, Bd. 2. Phänomenologie des Geistes, nach dem Text des Bandes 9 der historisch-kritischen Edition “Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Gesammelte Werke”, Meiner, Hamburg, 2015, p. 296. “Pero este silencioso y continuado tejer del espíritu en el interior simple de su sustancia, que se oculta a sí mismo su obrar, es solamente un lado de la realización de la pura intelección”. Hegel, G.W.F., Fenomenología del espíritu, FCE, México, 1970, pp. 321-322.
[6] Benjamin, W., "Capitalismo como religión", en Walter Benjamin. Obras. Libro VI. Fragmentos de contenido misceláneo. Escritos autobiográficos, Abada, Madrid, pp. 127. Un texto que se data de agosto de 1934.
[7] Lacan, J., Seminario 14: La lógica del fantasma (1966-1967) (inédito), trad. P. Kaina, Bueos Aires, Versión íntegra, p. 205.
[8] Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 1998, p. 336.
[9] Véase, Coase, R. y Wang, N., How China Became Capitalist, Palgrave, London, 2012.
[10] Véanse: Espinoza, R., “Introducción. La extracción de la dignidad por parte del Capitalismo. El devenir zombi”, en Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, Libros Pascal, Santiago, 2018, pp. 17- 24. Y Espinoza, R., “¡Desactivando a Hulk!”, en NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, Morata, Madrid, 2019, pp. 51-124.
[11] Véase, Lacan, J., Seminario 17: El reverso del psicoanálisis (1969-1970), Paidós, Buenos Aires, 2017.
[12] Žižek, S., Pedir lo imposible, Akal, Madrid, 2014, p. 120.
[13] La gran belleza no tiene mucho de bella, porque lo que muestra Sorrentino de forma realmente magistral, en el lenguaje del cine (de la mano de Antonioni y de Fellini), es que el Capitalismo formalmente es un ¡Goza! Y por ello la Fiesta es el lugar por excelencia donde acontece la ideología capitalsita en su esplendor total. Todos quieren gozar. Y si ese gozar es en Roma, frente al Coliseo, esto es, en os constitutivos mismod e nuestra era Occidental e imperial, ya sabemos que el Capitalismo simplemente va a producri ese imperio para todos hoy. con toda la decadencia que esto mismo expresa.
[14] Bob Sinclair y Raffaella Carrá Fat L’Amore. https://www.youtube.com/watch?v=zhCSG-c5xww
[15] Espinoza, R., “Hegel, lector de Žižek y las nuevas lógicas del mundo y del Estado”, en Espinoza, R., y Barroso, O., Žižek Reloaded. Políticas de lo radical, op, cit., pp. 211-239. Véase en especial el apartado “Escaparate de la ideología capitalista”, pp. 228-235.
[16] “En el mercado cobra sentido nuestra existencia, su ‘alfa y omega’, parafraseando el libro de Apocalipsis. Hasta los lejanos yihadistas de ISIS se comportan así, esto es, como ‘empresarios’ de su propio Estado virtual; pensemos en la imagen que proyectan hacia el mundo entero, por ejemplo, de su ‘poderoso’ ejército y llevando su fusil de asalto kaláshnikov para realizar efectvamente el Califatode Mahoma”. Espinoza, R., Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, op. cit., p. 32. Véase, Napoleoni, L., El fénix islamista. El Estado Islámico y el rediseño de Oriente Próximo, Debate, Barcelona, 2015, p. 17.
[17]
[18] Benjamin, W., “Sobre el concepto de historia”, en Obras. Libro I / Vol. 2, op. cit., p. 311 y p. 314.
[19] Harvey, D., Breve historia del neoliberalismo, Akal, Madrid, 2015, p. 5.
[20] Tarkovsky cuando vio El Padrino quedó absolutamente fascinado con el film, y dijo que estaba ante una “metafísica del mal”. A lo mejor no se trata de una “Metafísica del mal”, Coppola no es Schelling para llegar a ese abismo profundo para desentrañar la ultimidad de todo (es posibe que en el cine de Ingmar Bergman se dé una cierta “Metafísica del mal”). Pero a lo mejor se trata de la “Banalidad del mal”; algo de suyo también muy importante de analizar. El poder de protección y cuidado que te da besar la mano con “Anillo” del Padrino, implica el poder del propio Padrino (la primera escena del film entre Vito Corleone y Bonasera es como un Prólogo que explica todo lo que va a venir después). En ese besar la mano se juega el pacto del poder, y el poder se juega en el negocio. Hoy esa figura del Padrino la cumplen muchos en sus cargos organizacionales e institucionales. Se les besa la mano a los Padrinos y quedas capturado por el Poder del Anillo, esto es, con ciertos beneficios, de todo tipo, que trae el negcio “familiar”.
[21] Véanse, Espinoza, R., Capitalismo y empresa. Hacia una Revolución del NosOtros, Libros Pascal, Santiago de Chile, 2018. Y Espinoza, R., NosOtros. Manual para disolver el Capitalismo, Morata, Madrid, 2019.
[22] Véase, Espinoza, R., Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del Estado. ¿Cómo se es revolucionario hoy?, Akal, Madrid, 2016.
[23] Después de ver el “gran debate del siglo” titulado Felicidad: Capitalismo vs Marxismo entre Peterson y Žižek ya podemos darnos cuenta del nivel teórico de uno de estos Los Tres Chiflados del pensamiento de derechas de estos tiempos. Es un nivel entre básico, formalmente no saben nada, y bizarro, porque en el fondo les da lo mismo lo que piensan y hablan. Ellos dicen lo que quieren, porque igual los escuchan y tienen muchos seguidores. Y ademas siempre van “capturando” a nuevos adeptos a su causa mesianica del “Capitalismo salvador contra Marxismo diabólico”. Véase, el debate, no tiene desperdicio: https://www.youtube.com/watch?v=Vhh-4H6pzqY